El marketing social es una de las herramientas más potentes para la promoción de la salud. Aunque la palabra marketing suele incluir una relación comercial, en este caso sus estrategias están especialmente orientadas para el beneficio de la sociedad. Estamos hablando del marketing de la salud para la prevención de enfermedades.
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Para evitar confusiones, antes de nada es importante aclarar estos dos conceptos. No se considera marketing social la comercialización de proyectos o la venta de productos específicos. Todo tipo de ganancia económica va en contra de lo que se conoce como marketing social.
Una de las variables de este término es el propio marketing de la salud. Durante mucho tiempo, organizaciones como la OMS, la ONU, la OPS o UNICEF han utilizado estrategias de marketing para la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades, especialmente, entre los sectores más marginales.
Tanto el marketing social como el marketing de la salud caminan de la mano para conseguir una sociedad mucho más saludable. Hoy día, este tipo de marketing también incluye la promoción de productos relacionados con el sector sanitario.
Objetivos del marketing de la salud
Está claro que la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades son dos de los objetivos clave de este tipo de marketing. Se trata de poner en marcha una serie de estrategias capaces de reforzar la conciencia ciudadana en materia sanitaria. Por otro lado, los objetivos del marketing de la salud son:
1. Captación de nuevos pacientes.
2. Fidelización y retención de los pacientes captados.
3. Mejorar y estandarizar los servicios de atención al paciente, especialmente en la primera visita.
4. Elaborar estrategias de comunicación diferenciadoras.
5. Integrar los servicios online dentro del sistema hospitalario.
6. Desarrollar modelos de negocio orientados al paciente.
7. Cambiar las conductas y rutinas de los pacientes para mejorar su salud.
8. Mejorar la comunicación en situaciones de crisis.
9. Dar a conocer nuevos medicamentos o prácticas médicas.
Muchas empresas de diferentes sectores se están dando cuenta de los beneficios que se obtienen mediante la promoción de la salud. Por este motivo, son muchos los negocios que incluyen una parte presupuestaria orientada a la realización de campañas de marketing social para la salud.
Las ventajas de este tipo de estrategias son:
– Establecer una conexión más emocional con el público objetivo. Se apela a los sentimientos por encima del beneficio económico.
– Humaniza las marcas. Las hace más cercanas y sensibles a los problemas sociales.
– Una empresa socialmente responsable fortalece su posicionamiento, mejora su branding y genera empatía con su audiencia.
– Formar parte de la solución de un problema vinculado especialmente con la salud eleva el nivel de confianza de las personas hacia una empresa o marca.
– Se incrementa la competitividad entre hospitales y clínicas. Los pacientes pueden elegir el centro que observen que está más vinculado socialmente con su problema.
– Los servicios médicos se humanizan y se perciben mucho más profesionales gracias al marketing de salud.
– Se produce un control estratégico de los resultados. Por tanto, las empresas son capaces de corregir sus errores y reorientar sus campañas sociales.
Como puedes observar, las ventajas del marketing social para la salud son innegables. No obstante, su aplicación ha de ser llevada a cabo con sumo cuidado para evitar errores en su práctica.
Posibles fallos de aplicación en el marketing de la salud
A fin de conseguir que nuestra campaña de marketing social orientado a la salud no se vuelva en nuestra contra, es fundamental tratar de evitar los siguientes errores:
1. Pensar exclusivamente en las ventas: este es uno de los errores más habituales. Centrarnos únicamente en conseguir nuevos pacientes, sin pensar en el poder de nuestra campaña de marketing.
2. No tener unos objetivos definidos: trabajar sin una meta establecida es como disparar en campo abierto. Solo sirve para perder tiempo y dinero. Establece bien tus objetivos y apuesta por ellos.
3. No hacer un seguimiento de las redes sociales: en el marketing de la salud las redes sociales son una gran fuente de información para tus campañas. Tenerlas desactualizadas y no realizar un seguimiento de las mismas proyectará una mala imagen de tu empresa.
4. Olvidarse del contenido: lo mismo ocurre con los blogs abandonados. Apuesta por el marketing de contenidos para la promoción de la salud y brinda a tu público la oportunidad de encontrar en ti la respuesta a sus dudas. La clave está en aportar contenido de valor a los usuarios que destaque frente a la competencia.
El marketing de salud y el marketing social son grandes herramientas que las empresas pueden utilizar para la promoción de la salud. Para tu estrategia de contenidos, no olvides contar con Lowpost Active y automatizar tus publicaciones.