Para que un plan de marketing sea exitoso es importante definir bien antes su propósito. A nadie se le ocurriría disparar a una diana sin antes apuntar hacia ella. Lo mismo sucede en el mundo de la publicidad. Necesitamos conocer en profundidad aquello que se conoce como objetivos SMART. La manera más inteligente de diseñar un proyecto de marketing.
Contenidos
Qué son los objetivos SMART
Es posible que nos suene el concepto, pero ¿sabemos realmente lo que son los objetivos SMART y cómo aplicarlos? Estamos ante una metodología SMART o inteligente que nos permite definir los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de redactar una meta en concreto. En definitiva, un objetivo SMART debe seguir siempre un patrón basado en su propio acrónimo de 5 palabras:
– (S) Specific o específico
Cuanto menos ambiguo sea un objetivo más claro estará hacia dónde irán dirigidos todos nuestros esfuerzos. Por ejemplo, “quiero que mi empresa gane más dinero” no es una meta específica. Sin embargo, “quiero aumentar mi número total de clientes en 50 personas más durante este año” sí es un objetivo específico.
– (M) Measurable o medible
Aquello que no se puede medir no es susceptible de mejora. Por lo tanto, debemos procurar establecer siempre objetivos medibles que nos indiquen si estamos cerca de nuestro propósito. Volvemos al ejemplo anterior “quiero tener más clientes” no es un objetivo medible. Por el contrario “quiero captar 200 clientes nuevos que facturen por encima de los 500 euros este año” sí lo es.
– (A) Attainable o alcanzable
Si queremos evitar frustrarnos es fundamental que nos planteemos objetivos que podamos alcanzar con los medios y recursos que disponemos actualmente. Intentar ir por encima de nuestras posibilidades es un gran error. Lo más aconsejable, por tanto, es empezar poco a poco e ir avanzado en nuestras metas de manera progresiva. Por ejemplo, “quiero ser el mejor despacho de Barcelona en divorcios, pero solo tengo experiencia en casos de reparto de herencias”, no es un objetivo alcanzable.
– (R) Relevant o relevante
Es decir, debe encontrarse en consonancia con la estrategia general de la empresa o marca. Para ello, debemos preguntarnos si el objetivo se ajusta al contexto o realidad en la que nos encontramos actualmente. Puede que un buen objetivo se encuentre en el momento equívoco para ser planteado, por lo que es mejor esperar para incluirlo dentro de nuestro plan de marketing.
– (T) Timely o tiempo límite
Los objetivos SMART necesitan de una fecha final para ser cumplidos. De lo contrario, lo más probable es que se queden en el aire sin lograr la función para la cual han sido diseñados. Fijar un tiempo límite nos permitirá evitar las urgencias, así como los problemas innecesarios. Se trata de establecer un orden de prioridades para que una tarea no interrumpa la ejecución de otra más importante. Por ejemplo, “conseguir 100 nuevos clientes con una facturación mínima de 500 euros antes del 20 de septiembre de este año”.
Es importante subrayar que con el paso del tiempo estas siglas han pasado de ser 5 a ser 7: SMARTER incluyendo así los términos (E) Evaluated o evaluable y (R) Reviewed o revisable.
Cómo definir los objetivos SMART de manera correcta
Uno de los principales motivos por los que falla un plan de marketing es a causa de una mala definición de nuestros objetivos. Esta falta de claridad nos impide llegar a la meta final del proyecto. Para que un plan de marketing sea efectivo antes debe contener un plan específico de desarrollo y establecimiento de propósitos. Pequeños objetivos que cumplan con las premisas mencionadas en el punto anterior.
Para ello, necesitamos seguir unas pautas determinadas:
1. Resumiremos el objetivo de una manera corta, clara y concisa. Usaremos una plantilla específica para objetivos SMART, con el fin de ordenarlos mucho mejor.
2. Categorizaremos el objetivo según su tipología: aumentar cartera de clientes, mejorar el tráfico web, incrementar nuestra reputación, conseguir más seguidores en las redes sociales, etc.
3. Estableceremos una cifra específica para cada uno de nuestros objetivos. Este es uno de los pasos más complicados en los que tendremos que usar una calculadora para dar un valor real a nuestras metas. Investigar a la competencia es una buena manera de poder orientarnos un poco en este sentido.
4. Seleccionaremos una fecha límite para la consecución de cada objetivo. Los plazos de tiempo crean ambientes más “agresivos” que nos darán la oportunidad de mejorar todos nuestros esfuerzos. Sin embargo, nunca te olvides que esta fecha límite ha de ser lo más realista posible.
Ponerse objetivos reales es importante
Los objetivos SMART son la manera más inteligente de poder sacar mayor partido a un plan de marketing . El trabajo se hace, de esta manera, mucho más sencillo y efectivo, ya que sabemos hacia dónde dirigir nuestro empeño en todo momento.